4/13/10

La luz al final del tunel

Hace poco, el famoso escéptico Michael Shermer, junto con Sam Harris, debatieron con Deepak Chopra sobre la existencia o "el futuro" de Dios para la cadena de televisión ABC. El debate completo lo pueden ver aqui. Demás está decir que Sam Harris, como es usual, lució brillante y opacó al mismo Shermer quién fue el que organizó el debate.

Al final del debate, una de las personas le preguntó a Shermer como explicaba el hecho que muchas personas (entre 11 y 23% de los sobrevivientes de ataques cardiacos) dicen ver un tunel brillante, su cuerpo acostado y hasta sus familiares cuando están a punto de morir.

Shermer ofreció muchas explicaciones de como esta situación ha sido reproducida en el laboratorio, y hoy les traigo una más.

En la rama científica, existe mucho debate sobre que es lo que ocasiona estas experiencias "fuera de cuerpo". Para algunos, la razón es física o psicológica, pero para la religión es obvio: "Tu tienes un alma y esta puede vivir independientemente de tu cuerpo. Cuando te estas muriendo, tu alma empieza a salir de su cuerpo para encaminarse a la próxima estación (cielo o infierno) pero los dichosos médicos te reviven así que tu alma se ve forzada a regresar." Aparentemente, Dios en su infinita sabiduría, no pudo diseñar un código para evitar que estas cosas sucedan, como haría cualquier programador promedio. Por lo menos podría tirar un update (Universo 2.0) que arregle todos esos "bugs".

Pero me desvio del tema... continuo. Investigadores, en el país de Slovenia, publicaron, en el jornal Critical Care, una investigación donde estudiaron a 52 casos de atáques cardiacos en 3 hospitales. De los 52, 11 pacientes reportaron el haber tenido una experiencia "fuera de cuerpo" pero no existía nada en común entre estos en términos de edad, sexo, educación, creencia religiosa, miedo a la muerte, tiempo de recuperación o medicinas administradas para resucitarlos.

Sin embargo, el estudio reveló que todos habían sufrido de un alto nivel de CO2 (bióxido de carbono) en la sangre y en menor nivel, potasio.

Aunque se necesitan más estudios, se cree que este alto nivel de CO2 en la sangre puede ser el causante de esta experiencia.

Otro estudio anterior también había causado esta experiencia, pero este logró hacerlo en personas saludables que no estaban sufriendo de nada. En este caso, el investigador sentaba a las personas en una silla y les ponía unos monitores de video en la cabeza que cubrían ambos ojos. Los monitores mostraban video en vivo de dos cámaras montadas justo detrás de la persona sentada. Por lo tanto, la persona se veía como en un video juego, en 3ra persona. Se veían a ellos mismos pero desde el punto de vista de alguien sentado detrás de ellos.

El investigador entonces se paraba detrás de la persona (frente a la cámara) tapando la vista en los monitores (vean la imagen) y tocaba el pecho de la personas mientras que a la misma vez, apuntaba debajo de la cámara, tocando el "pecho virtual" de la persona. Esto hacia que la persona sintiera como si su cuerpo estuviera en la posición de la cámara y no del cuerpo real que estaban viendo en los monitores.

Asi que ahi lo tienen amigos. Evidencia de que estas experiencias no tienen nada que ver con tu alma ni tu espíritu ni el ver al cielo, si no una condición psicológica y física que puede ser explicada con la ciencia.

Fuente: PhysOrg

2 comments:

Ms. Conciencia said...

Contra, desde pequeña siempre me interesé en ese tema de la luz al final del túnel, y ahora, es que vengo a saber que no es nada del otro mundo, sino un efecto mental y físico que puede pasarle a quien sea. Es interesante que, nosotros, cuando encontramos cosas extrañas, se las atribuyamos supersticiosamente a cosas extrañas, sin embargo olvidamos la ciencia como medio para entender dichas cosas. Las cosas que hoy en día consideramos de otro mundo, algún día tendremos idea de la realidad atrás de éstas.

Manolo Matos said...

Yo tenía un amigo que estaba estudiando precisamente eso mientras hacía su doctorado en Colorado State y lamentablemente murió un día mientras caminaba por el campus. En la última conversación que tuve con me dijo que estaba estudiando el nervio óptico porque él tenía como hipótesis de que era éste el que producía ese efecto de la "luz y el tunnel vision". Me hubiese encantado que hubiese podido terminar su research porque por lo que me contó, estaba muy interesante. Tenía 33 años cuando murió. El tipo también era un tremendo escéptico.