Hace un tiempo escribí sobre cuan absurdo era llamar un milagro el hecho de que todos los pasajeros del vuelo que se estrelló en el Hudson sobrevivieron. Aunque lo critiqué, tengo que admitir que fueron las minorias de los medios los que lo hicieron y la mayoria puso la atención en la persona que de verdad se merecía los halagos, en el piloto. Fue este con su entrenamiento, destreza y calma el que salvó a esas personas.Pero ¿que sucederia si en vez de hacer su labor, el piloto pusiera su fe en Dios? Pues el destino nos acaba de contestar la pregunta. En el 2005, un avión hizo un aterrizaje similar en las costas de Sicilia, Italia. En este caso, el piloto, en vez de actuar como Chesley Sullenberger y utilizar su inteligencia y entrenamiento para acuatizar el avión, este entró en pánico y en vez de actuar correctamente y buscar un aeropuerto cercano, decidió que era mejor idea rezar en voz alta. El resultado: murieron 16 personas.
Pero la razón vuelve y triunfa otra vez. El pilóto ha sido sentenciado a 10 años de prisión por ignorar sus responsabilidades. Agradezcamos que la ley no está regida por la religión, porque si no este piloto saldria libre, pues fue Dios el que no quizo salvar a esas personas. Rezar seria una simple excusa para no tomar responsabilidad de tus actos.
Fuente: Irish Times
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