¿Estas sentado en misa, rezando tranquilito y sientes como que te vas en un viaje y vez a tu abuelita vestida de blanco, donde te dice que todo está bien y que el cielo es muy lindo? ¿Te sucede que sientes que te invade el espíritu santo y hablas en lenguas?
Pues sepan que lo que quizas te está sucediendo es que te has ido en un viaje debido a estar oliendo incienso. Un equipo internacional de neurocientíficos acaba de anunciar que un componente de la resina hecha de árboles de Boswellia, mas comunmente conocido como incienso (el mismo que le regalaron al niñito Jesús), alivia la ansiedad bioquímicamente en ratones y las personas.
Bajo la influencia de incienso, ratones en situaciones de miedo, como el ser puestos en una piscina, permanecian calmados y libres de ansiedad. La gente por ende que ha olido incienso siente la misma paz cuando está frente a un cura o cuando escucha su voz.
Me imagino que ahora veremos a decenas de curas comprando incienso y regalandoselo a los monaguillos en docenas. Cuando Karl Marx dijo que "la religión es el opio de las masas" no estaba tan equivocado.
Fuente: LiveScience
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