7/17/09

La realidad católica - El caso de Stephanie Collopy

Hoy termino con las historias de personas abusadas por la Iglesia Católica, publicadas en el libro "Losing My Religion" de William Lobdell.

Esta historia fue la que más me afectó a mi por el nivel de insensitividad demostrada por unos hombres que dicen han sido llamados a hacer la labor de Dios y Jesucristo pero que en realidad demuestran no ser peores que una fraternidad machista.

El abuso perpetrado por los sacerdotes católicos, ha llegado a un nivel tan exhorbitante, que existe una red de ayuda, no solo para las personas que fueron abusadas por estos, si no para ayudar a las mujeres que tienen hijos como resultado de estos abusos. La mayoria de los sacerdotes han rechazado a sus hijos y sus superiores no les han ofrecido ningún tipo de ayuda, financiera o moral.

En el verano del 2005, se llevó a cabo un juicio en Portland, Oregon, donde Stephanie Collopy, una mujer desempleada y con un hijo enfermo, producto de una relación abusiva con un sacerdote 13 años antes, luchaba en un vano intento de aumentar la manutención que recibia para su hijo de 12 años.

El padre del niño era el sacerdote Arturo Uribe, de 47 años. Este nunca habia visto ni hablado con su hijo y en ocasiones, le daba trabajo decir el nombre del niño. Todo esto a pesar que el niño le escribia cartas y solicitaba entrevistarlo para proyectos escolares. Cuando Uribe se paró como testigo, lo hizo para argumentar que habia una sencilla razón por la cual este no podia pagar más de los $323 al mes que recibia Collopy para mantener a su hijo enfermo. Basicamente, como este habia tomado un voto de pobreza, no tenia dinero para pagar, a pesar que su iglesia y su orden tenia muchísimo dinero.

Esta defensa fue organizada por un inteligente abogado, pagado por su orden religiosa y el cual estoy seguro les costó un dineral. Una cantidad de dinero que probablemente le pagaba la manutención al niño por varios años. A diferencia de Uribe, Stephanie no tenia dinero para un abogado y tuvo que defenderse sola. Sin empleo, esta vivia en el sotano de unos amigos en un área muy pobre de la ciudad. La condición de su vivienda empeoraba el asma de su hijo y sus alergias, las cuales intentaba mantener bajo control tomando 28 diferentes prescripciones. Para poder sobrevivir, esta recibia donaciones de comida.

En la corte, Stephanie pasaba trabajo intentando entender el procedimiento y tropezaba con frecuencia. En muchas ocasiones el juez y hasta el abogado de Uribe la ayudaban, pero solo en puntos legales que eran de poca importancia. Cuando uno de sus argumentos era importante, el abogado rapidamente la detenia con objeciones. Durante tres horas, Stephanie continuó asi batallando para nada, pues el juez decidió a favor de Uribe. No importaba si su orden tenia muchísimo dinero, estos no eran los padres del hijo asi que no tenian que pagar manutención. La ley tenia las manos atadas.

Stephanie comentó llorando al terminar el juicio:

No se vio muy bonito, pero por lo menos me paré para luchar.

Y si creen que esto es lo peor del caso, mejor es que se sienten. Doce años antes, Stephanie habia demandado a la Iglesia Católica para poder obtener manutención para su hijo y los líderes Católicos argumentaron que la culpa era de ella, ¡por no utilizar anticonceptivos! ¿Cuan desgraciados pueden ser estas personas cuando ellos mismos prohiben el uso de estos métodos? Para los católicos, el utilizar anticonceptivos es pecado mortal y fue así que educaron a Stephanie, mientras abusaban de ella sexualmente.

Al final, cuando se habia acabado el juicio, Lobdell, actuando como reportero para el LA Times, se paró afuera de las puertas a esperar. Cuando el sacerdote y su abogado salian, comenzaron a celebrar y tenian dos grandes sonrisas en su boca. Esto cambió drasticamente cuando Lobdell se les acercó y les dijo que le gustaria hacerle unas preguntas para el diario. Ambos se montaron en el elevador rapidamente, pero regresaron en unos minutos para intentar sellar el caso, cosa que la información no estuviera disponible al público en general.

3 comments:

Markus said...

que desastre! esto es un puro ejemplo de la mafia que hay en la iglesia católica. Es un negocio bien fuerte y nadie lo puede derrumbar, la iglesia católica ha perdido el poder poco a poco, pero aún tiene mucho, especialmente esas tradiciones machistas y retrogadas.

Prometeo said...

Estoy seguro que el cura siguió en su parroquiá como si nada hubiera pasado o lo transfirieron.

Adelante y éxito.

Josué said...

eso pasa... muchas cosas peores han pasado, te lo aseguro. a veces es culpa solo de los "concilios", y no de sus ministros o seguidores, pero la mayor parte de las veces se complementan.

por ejemplo, toda mi vida perteneci a un concilio (M.I.). ese concilio, predicaba mucho de amor y misericordia (pero obviamente sus acciones eran todo lo contrario). un dia una iglesia decidio salirse del concilio. el concilio dijo: "esta bien, pero la iglesia y los terrenos son mios". como saben, muchos de los concilios tienen el poder de hacerles prestamos a las iglesias bajo su mando, pero una cosa es otorgar un prestamo a decirte, eso es mio! o sea es como si tu me pidieras prestado para comprarte un carro y despues q me pagaste el dinero pa atras con intereses, yo te diga "ah ese carro es mio" y te lo quito! es bien fuckin injusto. gracias a Dios, la mayor parte de las veces que ha sucedido esto, la iglesia gana contra el concilio (y conste que ha sucedido en muchas iglesias, el mas famoso caso se dio en el "pabellon de la victoria", que esta por guaynabo).

esas y muchas otras cosas las he vivido, pero siendo hijo de un pastor, he sabido estar en momentos de necesidad extrema (junto a mi familia cuando vivia con ellos), y sin embargo no habia mucha gente ayudandonos y mucho menos del concilio. en todas las iglesias en donde estuve, las construcciones, guaguas, todo era por ezfuerzo de la misma iglesia, que aunque estaban bajo un concilio, nunca recibieron ninguna ayuda de el... gracias a Dios ya no tengo q rendirle cuentas a nadie...